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La rutina

En la educación de sordos hay que pensar en la rutina. Necesita un balance, como en todo. No sea la maestra que nunca cambia nada, porque esa es la maestra que no progresa. Puede ser, por fin, la maestra que enseñó por 20 años, or la que enseñó un año 20 veces. Lo bueno de la segunda es que su clase tiene estructura. Los niños siempre saben que esperar. Lo malo es que puede ser algo aburrido. También esa maestra no crece como maestra.

Al otro extremo tenemos la maestra que no sabe en que está. Esa maestra no tiene metas claras. Entra su aula cada día, sin idea que va a hacer, porque no ha planeado. Lo bueno de esta maestra es que es muy flexible. Pero pierda mucho tiempo también. Sus estudiantes saben un poco de todo, pero hay vacios en su conocimiento.

Aprendamos de lo bueno de los dos modelos. No debemos ser tan rígidos que cada día es como el día antes. Debemos intentar nuevos métodos, y siempre estar desarollando y probando nuevas materiales para el beneficio de nuestros estudiantes. Debemos de crecer como maestras. Pero a la vez, tenemos que tener un plan. Tenemos que tener metas. No queremos que cada día sea tan única, que los niños no saben que esperar nunca, ni que sea aburrida por hacer todo, exactamente igual todos los días.

Ejemplo malo: La maestra entra, anuncia que vamos a estudiar matematica. Un niño dice que el suyo se quedó en la casa. No lo estudian cada día, pues creía que no lo iba a necesitar. Toma 7 minutos para todo el mundo tener su matemática listo a estudiar.

Después, la maestra decide estudiar lectura. Ella dice que los niños deben poner sus libros en la butaca. Pero ellos no entienden y ponen sus cuadernos. Pierden otros varios minutos, buscando los materiales correctos.

Ejemplo bueno: La maestra entra. Todos los niños saben que primero que nada, van a estudiar un poco de geografía. Uno de ellos ya buscó los mapas. Despúes, la maestra sigue con matemática. Los estudiantes de una vez buscan sus lápices y empiezan a estudiar. La maestra camina entre ellos, chequeando su trabajo. Algunos días presenta algo nuevo para la clase entera durante el tiempo de la matemática. Siguen su día, y no pierdan mucho tiempo. La maestra está preparada, y por lo general, también son preparados los niños.

Pero la maestra, de vez en cuando inyecta algo nuevo. Vamos a tomar un ratito a ver este video. Vamos a hacer un libro nuevo hoy. Hay suficiente novedad cada día, que los niños se mantienen el interés. Hay suficiente rutina, que los niños saben como preparar por su clase, y no pierden mucho tiempo en confusion.

A veces es muy difícil. Aquí en la Republica Dominicana, por ejemplo, las clases son muy cortas. Si son de la mañana, puede tener cuatro horas, pero la tanda de la tarde tiene solamente tres o tres y media, dependiendo la escuela. La mayoría de escuelas para sordos funcionan por la tarde, porque los oyentes tienen los aulas ocupados de mañana.

Los niños sordos llegan a la escuela muy atrás de los oyentes, y progresan más lentos también. Pero no tienen más horas en clase que los oyentes. Es decir, que si entran 3 años atrás, y con buena enseñanza por un año, pueden ser 3 años y media atrás después! Los oyentes no dejan de progresar, y progresan siempre más rápido. El sordo cae más y más atrás.

Tenemos que pensar en eso. Mientras estamos en condiciones que no se cambie por lo pronto, ¿en qué enfocamos? Buscamos la materia más importante, y dejamos al lado lo demás. Aceptamos que no podemos hacerlo todo al presente, pero las cosas que enseñamos hace una diferencía. No se desespera; el sistema va mejorando poco a poco.

Enfocamos en enseñar a los estudiantes como enseñar a si mismo. Los enseñamos como pensar. Los motivamos a querer conocimiento, hasta el punto que su deseo los impulsa adelante con o sin maestra.

La lectura es una de lo más preciso. La matemática básica es preciso para la vida diaria. Poder escribir importa. Si tengo tiempo para una cantidad limitada de materia, estos tres van a formar el núcleo de todo.

No enseño la cienca cada día. Simplemente no hay tiempo. Pero es raro el día que no trabajamos en la lectura.

¿Cómo podemos resolver el problema de tiempo tan limitado? La secretaría de educación espera que enseñemos 40 horas de materia en como 15 horas cada semana. Y eso es sin pensar en los muchos días que no hay clase por elecciones, huelgas, fuertes lluvías etc.

Los sordos necesitan tener clases de doble tanda. Si tiene este opción, aproveche de ella. Mientras no lo tiene, trata de preparar alguna tarea bien hecha que pueden hacer en la casa sin ayuda, y usa el horario de la escuela con sabiduría, enseñando lo más importante.